lunes, 21 de marzo de 2016

Caudillo y más que caudillo

Otra cosa pasaría en Independiente Rivadavia, sumando los partidos del campeonato pasado y los de este año, e imaginando que Crucero del Norte y Juventud Unida de Gualeguaychú no hayan jugado contra la Lepra: el Azul sumaría 17 encuentros sin ganar. ¿Cuál es la negativa de este equipo?



Plantel aferrado a la unidad

Por Ismael Martínez
martinez.ismandres9@gmail.com

Poco juego. Mucho respeto hacia el rival. Individualidades que no inquietan al rival. Agresividad que si no se llega al gol, los 'players' agachan la mirada. Pero que se les puede pedir a los jugadores si son también humanos. Sufren como hinchas y son los primeros que quieren hacer los cosas de la mejor manera para que la victoria sea de ellos.

Mucho tiempo sin cobrar, puede ser uno de los factores para que estos jugadores estén desanimados. El cambio de técnicos (Quinteros, Canedo y ahora Córdoba) debe ser otro. La cantidad de refuerzos que no han podido amoldarse al elenco que hoy dirige el Profe, es un punto más, en estos factores.

"Pongan huevos", es la frase más dicha por el hincha. Pero ese hincha, no se debe dar cuenta que los once que entran a la cancha, más los siete que se quedan en el banco y más los 25 jugadores que se quedan mirando el partido, en un pedacito de la platea, son los que quieren conseguir un resultado más que positivo, para que esa 'puteada' o lo que sea, durante y después del partido, sean elogios. Pero no nos damos cuenta, a veces, y hoy poniendome en lugar de hincha, que una persona siempre tiene problemas y lamentablemente, y en una cancha de fútbol, que es lo más hermoso que nos dio el deporte, va a descargarse con los jugadores que no tienen nada que ver. Para esos que nos representan, les pido disculpas.

Que amor al fútbol hay que tener, para salir llorando desde la popular, o de la platea preferencial, 'donde está toda esa gente importante, con sus trajes'. Que amor al fútbol hay que tener, para sonreír y llorar de alegría, saliendo del estadio y que cuando pisemos la calle, digamos, sí, hoy gané. Que energía te da un domingo a la noche una gran victoria, o hasta un viernes en la mañana. Siempre las victorias vienen bien para el estado de ánimo. ¡Que lindo es ganar!. Pero no nos olvidemos que enfrente tenemos un gran rival, duro, luchador, aguerrido, con un técnico que explayó su táctica y su técnica para que sus once vayan en busca de la conquista, y ese rival, se lleve los tan esperado tres puntos, o si estamos en una Copa, pasar de fase. Pero hay que seguir.

¿Independiente, está desmoronado? Ni loco pensemos eso, porque si lo hacemos, ¿qué ganas te dan de ir a trabajar?, ¿cuál sería el ánimo para salir a jugar a la calle, con esos amigos que te pueden cargar? Hay que seguir y seguir. Un luchador es así, y el Caudillo, es caudillo, y tiene huevo, y tiene garra, y tiene esperanza, porque al lado suyo siempre hay otro caudillo que te levanta.

Luego de no encontrar el rumbo, los jugadores se tienen que levantar temprano, preparase o que su mujer les prepare el desayuno con facturitas, pero siempre livianito, porque son jugadores, ellos no pueden ser gordos, tienen que tener un físico que llegue casi a la perfección, después de eso deberán ir a entrenar, está escrito en el biblia del fútbol. Cuando llegan por Avenida Las Tipas, entran por el portón azul, estacionan su vehículo y corren hasta el camarín para volver a ponerse la ropa de entrenamiento. 

Y así es la vida del jugador leproso, luego de sus dos o tres horas haciendo ejercicio, corriendo, preparando una jugada, haciendo jueguitos en los 20 segundos libres, tomando agua. Ahí se olvidan un poco de la verdad, "porque jugando al fútbol siempre te vas a lo irreal de esta vida". Y a la salida, enfrentarse con esos periodistas, que hacen preguntas jodidas, y que a pesar de lo molesta que puede sonar la consulta, ellos responden. ¿Saben por qué? Porque son los primeros Caudillos y no importa si han perdido, no importa si fueron victoriosos, menos van a importar esos empates aburridos 0-0 o esos empates 4-4 que son monumentales. Ellos son caudillos, y el caudillo mira hacia adelante. Lo que pasó, pasó. Pero lo que viene adelante será una dura lucha con el pasado, que lo dejó al márgen.

Ahora vienen luchas, que digo luchas, vienen guerras. Y como todo el mundo va a decir, ¡Independiente, es el equipo más malo de esta B Nacional!, ahí debemos estar, presentes, y esperando que vengan hacia nosotros, o nosotros ir atacar. Somos Caudillos, la p... madre!!!!. Hoy más que nunca unidos, y la unidad hace fuerte al grupo. Hoy es lo más importante para vivir, nadie sabe lo que va a pasar más allá. Por eso el 'hoy', hay que vivirlo y enfrentarlo sin tenerle miedo a nadie, recordemos que somos 'Los Caudillos del Parque' y si abandonamos, no tenemos premio. El ayer pasó, pero tenemos que fijarnos que hicimos mal, para no volver a tropezar con la misma piedra.

Almagro, Gimnasia de Jujuy, Atlético Paraná, Douglas Haig, Estudiantes de San Luis, Boca Unidos, Santamarina de Tandíl, Talleres de Córdoba, All Boys, Brown de Adrogue, Chacarita, Brown de Puerto Madryn y Juventud Unida de Gualeguaychú, son las próximas guerras que tendremos. En algunas nos quieren venir a bombardear el Gargantini, pero nosotros debemos cuidarlo y protegerlo, para que nadie nos robe nada. Pero en otras debemos viajar e ir preparado, con todas el armamento que nos da nuestro entrenador para poder quitarle la ilusión a esos clubes que tienen la misma esperanza que nosotros.

Nos dicen los Caudillos, somos del Parque. Y así es. Dios nos dio un lugar y ese lugar hay que cuidarlo y protegerlo. También nos dio la identidad. Hay que bancar a muerte a este a cuerpo técnico, jugadores, dirigentes, etc. Hay que dejar la vida en cada guerra, sin salir herido. Hoy más que nunca, Caudillo. Vamos Lepra.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario